sábado, 8 de enero de 2011

El cielo en enero



Está muy bien eso de seguir adelante, siempre y cuando se pueda regresar (Montaigne) . Y de regreso, también podemos empezar de nuevo. He pensado que sería interesante volver al blog recuperando aquella sección de astronomía que quise hacer en su día: recorrer el año observando los cielos. Una buena manera de aprender en el viaje del tiempo. Hay quienes son felices ignorando el cosmos. Otros, más atentos a las estrellas, las hacen parte de sus vidas. Así que esto va dirigido a quienes se interesan por el universo (y de manera muy especial a los fumadores, que a partir de ahora disfrutarán más de las estrellas).


Ya llego tarde para hablar del eclipse parcial de sol que hemos tenido esta semana, visible desde prácticamente todo el continente europeo, y que las nubes suspendidas impidieron gozar. También llegamos tarde para contemplar las cuadránticas, lluvia de meteoros, que aunque estarán presentes hasta el día 12, el mejor día para observarlas era el mismo día del eclipse. Así que por lo que resta de mes de enero, podemos destacar los planetas:



Mercurio; visible en los amaneceres de la primera quincena de enero por el sureste.
Venus; inconfundible. Resplandece con su mayor brillo del año por el sureste desde el inicio del alba, desplazándose por Libra, Escorpio y Ofiuco.
Júpiter; visible las primeras horas de la noche en Piscis.
Saturno; lo podemos contemplar en la segunda mitad de la noche en Virgo, durante 8 horas.

 
En cuanto a la Luna, el día 10 estará en su apogeo (más lejana a la Tierra), el día 12 será creciente, el 19 estará llena, el día 22 estará en su perigeo (más cercana a la Tierra), y el 26 en cuarto menguante.En las noche de enero del hemisferio norte, orientados hacia el sur, podemos ver a Orión aparecer rodeado de estrellas brillantes por el este. Aldebarán en Tauro muestra su tonalidad anaranjada cerca del cúmulo de las Pléyades. Y Sirio en el Can Mayor reluce como la estrella más brillante de la noche al sudeste, por debajo de la estrella blanca azulada Proción.



Aquí podemos observar Orión (en el centro), Tauro (a la derecha de Orión), y Sirio (por debajo, a la izquierda de Orión). La imagen tomada del programa Stellarium. (Pulsar sobre la imagen para ampliar)


Orión, el cazador, es una zona de formación estelar. Las imágenes infrarrojas muestran que toda la constelación se halla envuelta en nebulosidades, material del que se forman nuevas estrellas. Esta fabulosa factoría dista a 1.500 años luz. En la constelación, sobre el hombro de la figura del cazador, tenemos a Betelgeuse, una supergigante roja cuyo nombre procede de las palabras árabes que significan ‘la mano de al-jauza’, que podría referirse a un personaje femenino de la mitología árabe antigua. Para localizar a Orión, lo primero que haremos será buscar su cinturón, formado por tres estrellas brillantes en línea recta, las tres Marías, muy próximas y equidistantes. Un poco más abajo de cinturón del cazador tenemos una de las maravillas del cielo nocturno, la nebulosa de Orión, M 42, que resulta visible bajo un cielo oscuro sin ayuda de óptica como una estrella borrosa en la espada de Orión.De todas las historias que se cuentan sobre Orión, la que siempre más me ha gustado es aquella que relata el viaje de Orión a Creta, donde conoció a la diosa Artemisa, con quien compartía su pasión por la caza, y de la que se enamoró. Apolo, celoso de que su hermana correspondiese el amor de Orión, convocó a un escorpión para que persiguiera al cazador. Orión se enfrentó al escorpión de Apolo disparándole sus flechas, usando también su espada, pero no consiguió matarlo al ser invulnerable a las armas de los mortales. No pudiendo hacer otra cosa, Orión decidió escapar tirándose al mar. Apolo llamó a su hermana, que nada de todo esto sabía, y la engañó diciéndole que quien nadaba era un enemigo de ambos. Artemisa no dudó y le disparó sus flechas divinas, y cuando se acercó a recoger su presa del mar, descubrió que la víctima era su amado. La diosa, llena de dolor, decidió colocar la imagen de Orión entre las estrellas, donde el Escorpión aún le persigue. Ambas constelaciones se encuentran en posiciones opuestas en el cielo, no pudiendo verse al mismo tiempo.

Imagen de Orión. Fuente Wikipedia.


Las frías noches de invierno en el hemisferio norte suelen ofrecer excelentes cielos para observar. Abrigo y ánimo bastan para poder disfrutar de la huida del cazador. Esperemos que el mal tiempo nos dé una tregua. Buena cacería

Fuentes:

- Los mitos griegos. R. Graves
- Astronomía, guía del cielo nocturno. R.Burnham, A. Dyer, J.Kanipe.- Orión, enlace Wikipedia

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